Tienes una buena reunión, te escucha, hace preguntas, y piensas…si está interactuando, entonces está interesado. Le mandas la propuesta súper entusiasmado y te responde a los minutos que lo revisará y te avisará. Y ahí es cuando desapareció.
¿Qué pasó? ¿Qué hiciste mal? ¿No fuiste claro en tu explicación? ¿Le parecerá caro el servicio que ofreces? ¿Por qué no te lo dijo antes?
Bueno, no eres al único que le pasa. No te frustres que tienes muchos otros contactos interesados que sí pueden terminar convirtiéndose en clientes.
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Cuando la propuesta no es suficiente
Ya sabes que al no vender un producto, el proceso de decisión se alarga… y sobre todo en clientes que nunca han trabajado contigo.
Pero ten en mente esto: los clientes siempre tienen dudas, hasta cuando ya firmaron el contrato.
Por eso no tienes que tener miedo de hacer seguimiento. Pero ojo, que hacer seguimiento no significa estar llamando o mandando mensajes cada dos días a ver qué les pareció la propuesta.
Hacer seguimiento es acompañar, es seguir construyendo confianza y responder dudas del cliente antes de que te haya consultado.
Por eso es fundamental entenderlo, para luego diseñar una estrategia.
La importancia de seguir nutriendo a los interesados
Como mencionamos antes, la clave no está en escribirle todos los días. La clave está en ofrecerle valor, sin invadirlo y sin hacerle sentir que lo estamos apurando a que tome una decisión.
Si después de la reunión le envías una propuesta, a los días también le puedes enviar un artículo sobre los errores que surgen en las empresas al no implementar los servicios fiscales que antes mencionaron.
Además, puedes enviarle un caso de éxito de una empresa parecida a la suya, para que así entienda los beneficios de trabajar con tu consultora.
Y si encima a los días también le mandas un mensaje consultandole si tiene dudas sobre lo que han hablado, se sentirá acompañado durante todo su proceso y entenderá desde un principio lo profesional que eres.
Estar presente no basta: necesitas hacerlo con intención y personalización
Pero lo importante de todo esto, no es sólo estar presente. Sino estarlo, pero haciéndolo sentir único…con mensajes y comunicaciones personalizadas
Por eso necesitas de una herramienta que mantenga la comunicación de manera continua, personalizada y automática, justamente para que el seguimiento y la nutrición de los leads no dependa únicamente de ti.
Y Clientify es esa plataforma. Al tener todas las interacciones, comportamientos, conversaciones y datos centralizados en este sistema, puedes entender a tus interesados, crear comunicaciones con IA y luego diseñar flujos que envíen estos mensajes de manera personalizada, a la persona indicada y en el momento adecuado.
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Lo importante es entender que vender no es insistir ni estar todo el tiempo encima. Vender es construir una relación, generar confianza y estar presente en el momento justo, cuando la otra persona realmente te necesita.
Y eso no implica que tengas que estar disponible las 24 horas ni los 7 días de la semana, sino que cuentes con una herramienta que te ayude a mantener viva la conversación de forma automática, pero sin perder la cercanía ni la personalización.
Por eso Clientify te permite crear seguimientos reales, humanos y relevantes, que acompañan al lead sin presionarlo y te permiten enfocarte en lo que de verdad importa: hacer crecer tu negocio.
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